Andrea Morales, la diputada más joven de la asamblea legislativa con tan sólo 27 años, dio una gran lección de madurez a sus compañeros del Partido Acción Ciudadana (PAC). Ella esta semana tomó la decisión de ayudar a formar quórum, necesario para la aprobación de ciertas leyes de la agenda de implementación de TLC con Estados Unidos.
El 7 de octubre del 2007 los ciudadanos de Costa Rica decidimos la aprobación del TLC, aunque sea por cincuenta mil o por un voto la voluntad del pueblo fue “Si”. Desconocer este resultado es un grave atropello. Los diputados del PAC se han dedicado a obstaculizar la agenda de implementación, mediante miles de mociones y las ausencias a las sesiones extraordinarias.
La diputada Morales en un acto de valentía y en contra de todos sus compañeros de fracción, ha asistido a las sesiones extraordinarias en las que se discute la Ley de Telecomunicaciones. Ella aseguró que iba a ayudar a conformar quórum, pero que no iba a votar por ninguno de los proyectos.
Elizabeth Fonseca tacho la actitud de Morales como un acto de inmadurez. Pero, ¿Qué inmadurez puede tener que un diputado cumpla con su trabajo? Ninguna, y además respetar la voluntad del pueblo aunque no se comparta. Absolutamente de acuerdo estamos la mayoría de los costarricenses en la iniciativa de Andrea Morales.
Aunque en reiteradas ocasiones se ha cuestionado las acciones de esta diputada, ella es la que mejor representa a la juventud de nuestro país, y ha dejado en evidencia que si bien se es joven, también se pueden tomar decisiones maduras que contribuyan al desarrollo de Costa Rica.
miércoles, 26 de marzo de 2008
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